Noches de silencio

A veces te extraño… Quizá en los días más confusos. Cuando las tormentas caen sin parar y los colores parecen monocroma. A veces camino con las manos metidas en los bolsillos de un suéter prestado que ahora me suelo poner, siempre acompañada de una cara inexpresiva… Sí, esa que simboliza la derrota.

La soledad ha callado los soliloquios extravagantes que tenía y ha borrado tajantemente el sonido sutil de mi boca sonriendo. Y es que no sé si llamarle soledad o simplemente será que así sabe la derrota.

A veces recuerdo esos días, días como estos en los que me susurrabas que la derrota era un espejismo que mi pasión rompería sin piedad… Sollozante en medio de una falsa soledad me doy cuenta que me tengo a mí y todas mis ideas; esas que me dan tanto miedo de cumplirlas y entonces lo noto… No te extraño a ti, sino a eso que producías en mi.

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